jueves, 22 de mayo de 2014

seguir dietas... ¿misión imposible?

Antes que nada, lo más importante al hacer una dieta es seguir unos hábitos nutricionales adecuados, y para ello deberíamos acudir a un especialista en nutrición. Y una vez planteado ésto, todos sabemos que normalmente nos es muy difícil seguir una dieta. Siempre empezamos con ganas, pero esa ilusión con la que empezamos empieza a diluirse según van pasando los días. Queremos poder dejar esos hábitos que sabemos que nos perjudican pero por más que lo intentamos no somos capaces... y hoy vamos a hablar sobre cómo conseguir esos objetivos.

¿Por qué no somos capaces de seguir y terminar una dieta?. Suele deberse a varios motivos:
* Falta de motivación
* Objetivos inadecuados
* Escaso repertorio de habilidades
* Dieta desequilibrada

De momento nos vamos a centrar en la motivación, que es una de las claves más importantes que interfieren en el éxito de iniciar y mantener unos hábitos saludables.



La importancia de la motivación
La mayoría de la gente no consigue seguir una dieta porque deciden empezarla sin estar lo suficientemente motivadas. Y si no hay motivación, no hay deseo real de cambiar. Según Prochaska y DiClemente, las personas pasamos 6 etapas durante un proceso de cambio, y cada una de estas etapas se corresponden con un determinado nivel de motivación.

Precontemplación. La persona no es consciente de que tiene un problema. "Estoy bien, no tengo
nada que cambiar".

Contemplación. Se es consciente de que se tiene un problema pero por un lado se quiere cambiar y por otro no se quiere cambiar. "Quizá mis hábitos alimenticios no son los más adecuados, pero me gustan tanto los dulces..."

Determinación. La persona decide introducir un cambio para solucionar su problema. "Quiero sentirme mejor conmigo mismo y mejorar mi salud. ¡Estoy decidido! Voy a empezar a comer bien"

Acción. Se llevan a cabo acciones específicas. Horarios regulares, alimentación saludable, se dejan los duces, etc.

Mantenimiento. Se mantiene el cambio realizado.

Recaída. La persona abandona el cambio y regresa a etapas anteriores. Vuelta a los dulces y a los horarios irregulares. "Seguir la dieta era muy duro".


¿Qué sacamos en claro de ésto?. Algo tan sencillo como que antes de iniciar cualquier tipo de cambio, es decir, antes de pasar a la etapa de acción, hay que resolver la ambivalencia que aparece en la etapa contemplativa.


Y si decides iniciar un plan nutricional sin estar plenamente convencido de por qué quieres hacerlo, es muy probable que tarde o temprano lo acabes abandonando.


Estrategias para fomentar la motivación
¿Pero cómo podemos superar esa ambivalencia y avanzar así hacia la etapa de acción que es a que realmente nos va a llevar al cambio?

1. Hacer una "lista de pros y contras"
Escribe en una columna las consecuencias positivas de empezar la dieta y en otra columna pon lo negativo de empezar esa dieta. Después puntúalas del 1 al 5 dependiendo de la importancia que tengan para ti. Terminaremos sumando los valores de cada una de las columna... y si los pros superan los contras, surgirá la motivación para iniciar la dieta.

Puedes utilizar el mismo procedimiento para realizar el balance de las consecuencias positivas y negativas que lograrás de continuar con los hábitos que has mantenido hasta ahora. En este caso, la motivación para el cambio surgirá si los contras superan los beneficios.

Hacer este ejercicio te ayudará a clarificar los motivos por los que consideras que es importante seguir una dieta, así como los efectos negativos de continuar con tus hábitos actuales.

2. Confiar más en ti mismo.
Aumenta la creencia que tienes sobre ti mismo de ser capaz de conseguir algo. Y para confiar más en ti mismo ten en cuenta lo siguiente:
1. El único responsable en tu proceso de cambio eres tú.
2. No pretendas lograr un resultado diferente haciendo siempre lo mismo. Si los métodos anteriores no te dieron el resultado esperado... ¡cambia de estrategia!.
3. Recuerda aquellas veces en las que hayas conseguido otras metas que te pusiste y que alcanzaste. Piensa en cómo lo hiciste, lo difícil que parecía al principio y qué estrategias utilizaste que también puedan ayudarte a conseguir este nuevo objetivo.

Estas pequeñas cosas pueden ayudarte a sustituir un "no puedo" o "nunca lo conseguiré", por otras frases más positivas que faciliten seguir con tu dieta: "quiero, puedo y lo haré".

3. Elaborar un listado de beneficios.
Anota en una hoja los beneficios que obtendrás si sigues dieta y colócala en un lugar estratégico para que puedas ver a diario los motivos por los que has decidido realizar este cambio. Sé creativo e imagina de qué forma crees que puedes sacarle más partido de acuerdo a tus necesidades: pegada en la nevera, en el espejo del baño, la mesilla de noche, etc.
Recordar cada día los motivos por los que has decidido iniciar un cambio en tu vida aumentará las probabilidades de llevarlo a cabo.

Si lo intentas y fracasa, inténtalo de nuevo... y si necesitas un poco de ayuda no dejes de pedirla; el coaching trata, entre otras cosas, de ésto... de ayudar a la gente a conseguir sus metas. Y una vez que hayas conseguido tu objetivo te aseguro que habrá merecido la pena, y esa felicidad que sientas se extenderá a la mayoría de los campos de tu vida.

Si te ha parecido interesante, compártelo para que pueda serle útil a más gente. Muchas gracias y no tardes en empezar a fijarte tu objetivo.

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