martes, 25 de noviembre de 2014

¿eres el tipo de persona que te gusta como persona?...


Hoy vamos a hablar de ti, de cómo es tu vida, la que tienes y la que te gustaría... y cuánto se asemeja, a qué distancias están la una de la otra. Esta entrada es importante porque necesita de ti, no es un simple leer... es reflexionar y contestarte con sinceridad, es acercarte a quién eres y dónde estás. Es regalarte un tiempo para ti, para reflexionar.

Algunas veces, hacer la pregunta correcta es la respuesta. Lo más importante es tener muy claro que estas preguntas no tienen respuestas correctas o equivocadas, son sólo respuestas.


  • ¿Qué edad tendrías si no supieras qué edad tienes?
  • ¿Qué es peor... fallar o no intentarlo?
  • Si la vida es tan corta, ¿por qué hacemos tantas cosas que no nos gustan y nos gustan tantas cosas que no hacemos?
  • ¿Qué es lo que te gustaría cambiar en el mundo por encima de todo?
  • ¿Estás haciendo  algo en lo que crees o disfrutas con lo que haces?
  • Si la esperanza de vida fuera de 50 años, ¿cómo cambiaría tu vida, qué cosas serían diferentes?
  • ¿En qué porcentaje has controlado tú el curso que tu vida ha llevado hasta ahora?
  • Te preocupa más hacer bien las cosas bien o hacer las cosas correctas?
  • Si pudieras darle a un recién nacido un consejo, ¿cuál sería?¿Romperías las reglas para ayudar a alguna persona a la que amas?
  • ¿Qué sabes que haces distinto a la mayoría de la gente?
  • ¿Por qué aquello que te hace feliz a ti no le hace feliz a todos los demás?
  • ¿Qué no has hecho que realmente quieres hacer? ¿Qué es lo que te retiene?
  • ¿Estás soportando algo que necesitas que se vaya?
  • ¿Pulsas el botón del ascensor más de una vez?... ¿Realmente crees que hará que el ascensor llegue antes? 
  • ¿Preferirías ser un genio preocupado o un pobre ingenuo feliz?
  • ¿Has sido/eres el tipo de amigo que quieres como amigo?
  • ¿Preferirías perder todos tus recuerdos o ser incapaz de conseguir nuevos recuerdos?
  • ¿Es posible conocer la verdad sin antes cuestionarla?
  • ¿Tus mayores miedos se han convertido alguna vez en realidad?
  • ¿Recuerdas aquella vez hace cinco años en que te enfadaste tanto? ¿Te parece importante ahora mismo? 
  • ¿Cuál es tu recuerdo más feliz de la infancia? ¿Qué lo hace tan especial?
  • Últimamente... ¿cuándo te has sentido más ilusionado y feliz?
  • Si no lo haces ahora, ¿cuándo lo harás?, ¿qué tienes que perder?
  • ¿Por qué las religiones que se basan en el amor causan tantas guerras?
  • ¿Es posible saber, sin ni un ápice de duda, qué es bueno y qué es malo?
  • Si te tocaran un millón de euros, ¿dejarías de trabajar?
  • ¿Te da la sensación de haber vivido este día muchas veces? 
  • Si supieras que todo el mundo fuese a morirse mañana, ¿a quién visitarías hoy?
  • Si aprendemos de nuestros errores, ¿por qué siempre tenemos tanto miedo de equivocarnos?
  • ¿Qué harías distinto si supieras que nadie te juzgaría?
  • ¿Cuándo fue la última vez que te oíste respirar?
  • Dentro de cinco años, ¿recordarás lo que hiciste ayer? ¿Y lo que hiciste antes de ayer? ¿Y lo que hiciste hace tres días?....


Las decisiones ya están tomadas, la pregunta es...: ¿las estás tomando tú mismo o estás dejando que otros las tomen por ti?

Escribe cualquier comentario que tengas, y comparte esta entrada si te parece interesante. Muchas gracias y recuerda que estemos donde estemos, nuestro objetivo siempre debe ser ser felices.


AVANZA-EVOLUCIONA.

lunes, 10 de noviembre de 2014

la profecía autocumplida... eres lo que esperan.

A los profesores de una escuela de primaria se les dijo que se había realizado un test de inteligencia a los alumnos, y que se había comprobado que una serie de estudiantes, los que habían puntuado más alto en el test, se encontraban a punto de entrar en un periodo de rápido crecimiento intelectual. Les dijeron que su potencial de crecimiento era inmenso... aunque en realidad los alumnos de la lista proporcionada a los profesores habían sido escogidos al azar, sin relación alguna con el resultado del test. El análisis de los resultados académicos y las mediciones de los test realizados ocho meses después, demostró que el rendimiento de los alumnos elegidos durante el curso mejoró considerablemente. En el aula se dio lo que se conoce en psicología como profecía autocumplida, es decir, las creencias del profesor acerca de las capacidades de sus alumnos originaron aquellas conductas que el mismo profesor esperaba de sus alumnos.

Eso que sucedió se conoce también como el "efecto Pigmalión", que básicamente nos dice que la creencia que tiene una persona puede influir en el rendimiento de otra. Cuando realmente creemos que algo tiene que ser de una manera determinada, actuamos consciente e incluso inconscientemente de tal forma que al final las cosas acaban sucediendo como provocamos que sean... y ésto sería la profecía autocumplida. Se ha investigado mucho pero el experimento más conocido es el que he contado arriba y que hicieron dos psicólogos llamados Rosenthal y Jacobson en los años sesenta. 

El "efecto Pigmalión" puede aplicarse sobre uno mismo o sobre aquellos sobre los que tengamos cierta influencia, por ejemplo nuestros hijos, nuestros alumnos, nuestra pareja, o simplemente alguien que nos tenga como modelo a seguir. Cuanta más influencia tengamos, mayor efecto tendrá este fenómeno. Así que deberíamos tener como norma en nuestras vidas aplicar cada día, de alguna forma, el "efecto Pigmalión", bien sobre otras personas o sobre nosotros mismos.

En mi vida hay algunos ejemplos en los que consciente o inconscientemente he aplicado este efecto en otras personas. Recuerdo un compañero de clase más bien notable, lo recuerdo perfectamente aunque estábamos en 4º de EGB... era inteligente, trabajador, y tenía mucha capacidad de aprendizaje... pero ese año (y al siguiente, por desgracia para él) se encontró con un profesor que lo trataba como si fuese muy torpe e incapaz, así que... ¿qué pasó?... Lo que se esperaba, que este compañero empezó a actuar tal como el profesor pensaba de él, empezó a no saber hacer las tareas, a suspender los exámenes, a ser castigado por sus padres...hasta que repitió el curso. Sin embargo, al año siguiente tuvo la suerte de encontrar otro profesor que sí que le transmitió confianza en él. A partir de ese momento volvió a considerarse capaz, y volvió a aprobar, a hacer los deberes, a salir a la pizarra... De ésto podemos sacar que el "efecto Pigmalión" puede ser positivo o negativo.

Pero... ¿cómo podemos aplicar este "efecto" en nuestro vida?:

1.- Imagínate frente a alguien a quien aprecies, admires o tengas como ejemplo a seguir. ¿Qué te gustaría que te dijera esta persona para animarte a alcanzar tus objetivos? Pon por escrito esas frases de ánimo y todas esas cosas que tendría que decir sobre tu persona. Léelas todas las veces que te sea necesario. Te aseguro, por propia experiencia, que el efecto es sorprendente.

2.- Busca una persona en quien tengas cierta influencia (o no), y que necesite un empujoncito para motivarse a lograr algo o simplemente para sentirse mejor consigo misma, y dáselo tú con palabras de ánimo como las que te gustaría que te dijeran a ti.

3.- Es muy importante que cada vez que tú u otras personas dan un paso hacia la meta deseada, haya un feedback positivo, es decir, palabras de reconocimiento, y si van acompañadas de una recompensa tangible de vez en cuando, mejor. Pero cuidado que la recompensa material NUNCA debe sustituir a las palabras de felicitación. Y no olvidemos que uno mismo también debe decirse cosas positivas: "Soy un crack, lo estoy logrando", "Cuando me lo propongo puedo ser muy trabajador/simpático/agradable"...

4.- Busca momentos del pasado en los que tú o la persona a la que quieres ayudar, obtuvo resultados positivos o logró un objetivo. Recuérdate o hazle recordar cómo lo consiguió y qué le motivó, qué pensó, qué recursos utilizó...

5.- Cuidado con la conducta no verbal. Ésta puede ejercer una poderosa influencia sobre ti y sobre los demás. Una sonrisa, un toque en el hombro, una caricia, una mirada de frente mientras le decimos a alguien lo que confiamos en él o ella... todo ésto reforzará el efecto ya que es la conducta no verbal la que hace creíbles o no creíbles las palabras.

En resumen, pon un "efecto pigmalión" en tu vida y verás cómo AVANZAS y EVOLUCIONAS.

 "Todos somos genios, pero si juzgas a un pez por su capacidad de trepar árboles, 
vivirá toda su vida pensando que es un inútil".
                                                                  (Albert Einstein)

AVANZA-EVOLUCIONA

jueves, 6 de noviembre de 2014

para salir del pozo, deja de cavar...

Supongo que os sonarán estas palabras: "No sé qué hacer", "vivo en la monotonía", "mi vida no me llena", "no veo el sentido a todo ésto", o como dicen por aquí: "me va como el culo". Todo ésto es algo que ha ido aumentando y en estos tiempos de crisis cada vez lo oímos más.

Todos podemos y somos capaces de seguir adelante sin importar los obstáculos. Tenemos el poder ya que somos nosotros los que vamos a elegir en cada momento lo que hacemos, lo que pensamos y lo que queremos ser.

Sin embargo, hay momentos en que nuestra cabeza no parece tener las cosas tan claras, de forma que tenemos que cambiar nuestra forma de pensar, ver la situación y la vida en general.

Qué hacer cuando te quedas atrapado, atascado o [Insertar palabra...].

Voy a inspirarme en los consejos de Marc Chernoff para la entrada de hoy. Pero antes de entrar en el meollo, ¿qué debemos hacer en estos casos en que nos sentimos abatidos y superado por todo?... pues digamos que lo que está claro y es básico, pero que muchos hacen... no seguir haciendo las mismas cosas.
Hay que dejar de ser prisionero de los viejos hábitos. Y ésto no debería ser tan difícil, porque lo bueno de la vida es que cada noche, cuando vas a dormir y despiertas por la mañana, es un nuevo día. Ayer ya se fue, y el nuevo día es tuyo. Tú lo dominas y le das forma. Cada día es un nuevo día lleno de posibilidades y oportunidades. Así que recuerda:

1. Sentirse atrapado es un sentimiento, no un hecho.

¿Qué hacemos cuando nos sentimos atrapados?... pues normalmente nuestro primer instinto es buscar fuera de nosotros mismos alguien o algo a quien culpar. Pero nunca olvides que tu vida es tu responsabilidad. Si va bien o va mal, tú has creado esa situación con tus aciertos o tus errores.

Así que... ¿qué tal si dejamos de centrarnos en la percepción de la situación externa, y comenzamos a centrarnos en la forma que tenemos de ver las cosas y cómo cambiar esa percepción sobre nosotros mismos?, porque en realidad, cuando nuestra vida no va bien, todos deberíamos tener claro que somos nosotros mismos los responsables de nuestra propia situación.

Cuando se cambia la forma de pensar y ver las cosas, tenemos la oportunidad de cambiar nosotros mismos, y por tanto cambiar nuestro entorno.

2. Las malas noticias de ayer, no las vivas hoy.

No se puede tener un mejor hoy si sigues centrado en los problemas de ayer. "Lo que debería haber hecho", "lo que podría haber sido", "lo que podría haber tenido", "lo que tuve y perdí"... la mayoría de las personas usan erróneamente esa información del ayer. Los problemas del ayer no deberían ser una carga hoy, sino un aprendizaje añadido con ciertas cosas que no debemos volver a repetir. Eso es la resiliencia... y pinchando aquí tenéis una entrada sobre la resiliencia

Un matrimonio que no ha funcionado, un trabajo del que nos han despedido, un negocio cerrado o tres polvos no echados... Todo se soluciona de la misma forma. Olvida las frustraciones de ayer y gasta esa energía en fabricar una nueva vida en la que puedas incluir todo lo que no tuviste o lo que perdiste o lo que sea que desearías. Hoy es un nuevo día, una nueva semana, un nuevo comienzo.

3. Es hora de hacer un cambio, probablemente radical.

Sentirse atrapado es fallar en las 3 preguntas más básicas sobre la felicidad: 
1. ¿Me gusta lo que hago?
2. ¿Me gusta dónde vivo y con quién vivo?
3. ¿Soy feliz?.

Como alguien me dijo una vez... "Si no te gusta tu vida, cámbiala. Tú no eres un árbol"... y dejé de ser árbol.

4. No va a ser fácil, pero al final merecerá la pena.

La mayoría hacemos las mismas cosas durante mucho tiempo. Es lo que llamamos hábitos, y son muchos de esos hábitos los que nos han provocado el "atasco" en el que estamos. Así que, cuando queremos cambiar, lo primero es cambiar muchos de nuestros hábitos (ver entrada sobre cómo cambiar hábitos)

Y ahí comenzamos una etapa de cambio que nos llevará un sacrificio hasta que los nuevos hábitos sustituyan a los antiguos. Puede que te sientas incómodo al principio, pero más incómodo te sentirás si permaneces atrapado, ¿no crees?.

Traza un plan para el cambio de los hábitos que quieres adoptar. En tus manos está el convertirte en la persona que quieres ser.

5. Vamos dejando las excusas.

Como se suele decir: "si es importante encontrarás una manera, si no lo es encontrarás una excusa". Sólo hay una persona que puede detener tu crecimiento y progreso. Esa persona eres tú misma. Tú eres tu mejor aliado o tu peor enemigo. Tú decides si AVANZAS O EVOLUCIONAS.

Las razones por las que no se suelen alcanzar las metas son, o bien el miedo al fracaso o bien la pereza. Todo el mundo tiene una excusa. ¿Cuál es la tuya?... 
Ahora deshazte de ella... Ya estás curado :-)


Tú puedes cambiar.

No olvidemos nunca que el crecimiento real, el cambio real, siempre va de dentro hacia fuera. Para cambiar cualquier situación, en primer lugar debemos cambiar primero nosotros mismos. Y para cambiar nosotros mismos, en primer lugar debemos cambiar nuestra forma de pensar, nuestra forma de actuar, y sobre todo nuestros hábitos.

Pero tampoco hay que olvidar, aunque sé que soy muy repetitivo con ésto es que la felicidad en la vida no es un destino o una meta, es un viaje. No alcanza la felicidad aquella persona que ha logrado sus metas y cumplido sus objetivos, más bien podríamos decir que se han cumplido nuestros objetivos porque se ha sabido usar y apreciar aquello que teníamos para conseguir lo que deseábamos. La vida es una aventura, y por tanto hay que intentar hacerla divertida, estamos para vivir la vida, no para sufrirla.

"A veces para salir de un pozo, es tan sencillo como dejar de cavar".


AVANZA-EVOLUCIONA. 

lunes, 3 de noviembre de 2014

¿nos cuesta decidir?...

Desde que somos pequeño todos hemos tenido que tomar decisiones, y es que decidir forma parte de nuestras vidas y todos y cada uno de nosotros lo hacemos. Para muchos es algo simple y sencillo, sin embargo siempre recordaré a una de mis más queridas compañeras de facultad a la que le daba pánico tener que tomar a una decisión.Y hoy, como me he acordado de ella, me gustaría hablar sobre las decisiones y cómo podemos aprender a decidir y relajarnos.

¿Habéis escuchado alguna vez la palabra decidofobia?... pues yo tampoco, hasta que hace poco la descubrí casi por casualidad; es un término acuñado hace poco más de 30 años por un filósofo alemán, Walter Kauffan. Y como bien parece indicar la propia palabra, se refiere al miedo irracional, persistente, anormal e injustificado a tomar decisiones.

Quienes padecen este síndrome prefieren delegar antes que asumir la responsabilidad de tomar una decisión pues sienten aversión por el cambio y pánico a equivocarse.

Puedo poner en la mano en el fuego sin temor a equivocarme, a que todos, en menor o mayor medida, alguna vez hemos tenido miedo a decidir. Y es que, ya sea porque no podemos medir las consecuencias, porque no toleramos la incertidumbre, o porque adivinamos que nuestra decisión traerá consecuencias desagradables, pasamos por el estrés de decidir.

Hacer un examen, decidir qué estudiar, comprar una casa, cambiar de trabajo, invertir, casarse o irse a vivir en pareja... estoy seguro que muchas algunas de estas decisiones, en mayor o menor grado, nos costaron.

¿Las razones?: El miedo al cambio, a equivocarnos.

¿Y si aprendemos a decidir sin miedo...?. Porque cuando tomamos aquellas decisiones, el sentimiento que iba antes de esas decisión era temor.

Por supuesto que tomar una buena decisión nos da tranquilidad porque sabemos que con esa decisión mantenemos el control de la situación y de nuestra vida, pero... ¿existe la tranquilidad en tener la posibilidad y la capacidad de ver con claridad las consecuencias de esa decisión?

¿Cómo podemos  lograr una visión clara, panorámica y limpia para decidir?

Si pudiésemos desarrollar nuestra idea, desmenuzarla en aspectos diferentes y analizar cada consecuencia, seguramente disfrutaríamos de caminar hacia él.

PNI son las iniciales de: Positivo, Negativo e Interesante. Esta técnica se basa en desarrollar tres aspectos de una idea o propuesta, de forma que no deje ver nuevos puntos de vistas sobre esa idea.

Cuando hablamos de (P) positivo, nos referimos a aspectos provechosos de una idea que podríamos resumirlo en la respuesta a 2 preguntas:

¿Cuáles son las causa por la que te gusta ese propósito?, ¿Qué te motiva de la idea?

El aspecto (N) negativo es la justificación contraria al punto anterior.

¿Porque razón o razones no te gusta la idea?

Por ultimo (I) la actitud interesante. Aquí debemos pensar un poco e intentar dar un valor que sume a la idea o el propósito.



Por ejemplo... y para aclararnos. Ésta es mi IDEA: Hacer deporte para estar mas sano.

Positivo:
El deporte va a hacer que me relaje en los momentos de más estrés. 
El deporte me va a ayudar a sentirme mejor y mi corazón estará más sano. 
Me ayudará a perder todos los kilos que me sobran. 

Negativo:
Puedo lesionarme ya que llevo mucho tiempo sin hacer deporte. 
Puede que no tenga tiempo para ponerme a ello.

Interesante:
Podría consultar un entrenador profesional/medico y que me ayude a hacer un plan de entrenamiento.
Buscar grupos de gente que haga deporte y compartir experiencias.
¡¡¡Estoy a un paso de empezar a hacer deporte!!! 

Podemos ver que desarrollar la idea en estos aspectos, ofrece mucha información que hasta el momento no habíamos pensado y por supuesto pone en la balanza características que nos pueden ayudar a decidir con argumentos firmes y un plus interesante que abre o complementa nuevas posibilidades.

Conclusión

Desgranando una idea conseguimos más información sobre el tema. Y esta información nos ayuda a ver un poco mejor el futuro, brindando tranquilidad al tomar una decisión, porque tenemos la posibilidad de medir las consecuencias de esa decisión.

No tardemos mucho en empezar a tomar esa decisión que llevas tiempo postergando, y si quieres algo más de información sobre ponernos objetivos y lograrlos, pincha aquí



AVANZA-EVOLUCIONA.

sábado, 1 de noviembre de 2014

consultas online

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