lunes, 25 de agosto de 2014

¿cómo son las 6 personas con las que más te relacionas?... tú eres como ellas.

El otro día estaba en la playa, y oyendo y viendo comportamientos de unos niños y de sus padres me llevó a recordar la teoría de las seis personas...

La teoría de las seis personas se basa en el modelado, uno de las formas de aprendizaje... ¿y qué nos dice el modelado? Básicamente nos dice que aquellas personas que tenemos cerca y que ejercen como referencias para nosotros van a ser aquellas de las que más aprendamos, y así se formará nuestra manera de pensar, sentir y actuar. Si por ejemplo en nuestra familia se usan los gritos de forma habitual, será muy probable que nosotros también los usemos. Si en nuestro entorno hemos visto que ser educado es algo digno de burla y mofa... ¿qué haremos?, pues simplemente tenderemos a no hacerlo. Pero no olvidemos algo importante, siempre hablamos de probabilidades, no de una verdad absoluta; de hecho mis padres fumaban, la mayoría de mis amigos también o hacían y yo jamás lo probé.

Esta teoría nos sugiere que pensemos en aquellas personas con las que nos relacionamos más. Te propongo que hagas tú ese ejercicio, selecciona seis personas y piensa un momento en cada una de ellas:

  • ¿Qué características psicológicas tiene cada una de esas personas?
  • ¿Qué te aportan?
  • ¿Qué les aportas tú a ellas?

Ten en cuenta que estas seis personas serán las que más te influyan en tu vida, las que más van a "modelarte", quieras o no. ¿Por qué?.... porque tendemos a copiar aquello que más vemos. ¿Te has dado cuenta de que hablamos bastante parecido a como lo hacen nuestros amigos? Esto engloba los gestos, las expresiones que usamos, el tipo de humor... y lo mismo pasa entre miembros de una familia. Y ésto lo hacemos tanto de manera consciente como inconsciente.

Todo ésto es lo que nos dice la teoría de las seis personas, y estoy muy de acuerdo con todo ésto, y lo bueno es que podemos utilizarlo de manera que más nos convenga. ¿Quien tengo al lado me hace crecer, me estimula, me motiva, es brillante, buena persona, optimista... o todo lo contrario?


Consecuencias clave que tiene esto sobre uno mismo: podemos elegir quién nos influye. Lógicamente no vamos a dejar de relacionarnos con unos u otros o de empezar a buscar gente genial y perfecta, pero podemos ir eligiendo y potenciando unas relaciones u otras. Puede que pensemos que esas personas del club al que pertenecemos puedan ser una influencia positiva en nosotros y queremos intentar pasar más tiempo con ellos; o puede que queramos reducir la influencia que tiene en nuestra vida esa amiga a la que tenemos mucho cariño pero que de alguna manera siempre nos hace ser demasiado negativos o recelosos de los demás.


Tenemos opciones de elección, y además de las seis personas, no descuidemos tampoco nuestro círculo amplio... aunque no influyan tanto, también nos afectarán para bien o para mal. 

¿Y tú, eliges quien te influye en tu vida?


AVANZA-EVOLUCIONA

martes, 19 de agosto de 2014

recordando El Club de los Poetas Muertos

Hace unos días una amiga escribió sobre el suicidio de Robin Williams, y éso me llevó a pensar en una de sus películas, una a la que atacaba y a la que le tengo cierto cariño: El Club de los Poetas Muertos.

Tenía quince años el día en que vi el Club de los Poetas Muertos. Por alguna razón, quizás entre otras porque era un poco raro y además de deportista me gustaba la poesía y la literatura, me fascinó esa película y me marcó más de lo que podría haber pensado en aquel momento. Un profesor que anima a sus estudiantes a enfrentarse a la norma, a poner en cuestión cómo se supone que deben ser las cosas, aquella actitud de subirse sobre la mesa para "cambiar la perspectiva", para atreverse a mirar al mundo de otra manera: aquello era la libertad. Y curiosamente (o quizás no), hoy en día, veinticinco años más tarde, hago aquello que aquel profesor pedía a sus alumnos y que tanto me fascinó: hacer que la gente mire las cosas de otra manera, plantearse lo establecido y hacer lo que te hace feliz.

Éstas son algunas de las frases que más me llamaron la atención de la película:
  • Carpe Diem. Aprovecha el momento.
  • No olviden que a pesar de todo lo que les digan, las palabras y las ideas pueden cambiar el mundo (…). 
  • Sólo al soñar tenemos libertad, siempre fue así y siempre así será.
  • Coged las rosas mientras podáis, veloz el tiempo vuela. La misma flor que hoy admiráis, mañana estará muerta.

La película me hizo pensar que transgredir los límites no sólo era posible sino deseable. Comencé a expresar lo que pensaba con metáforas y gestos extraños, sabiendo que estaban fuera de lugar, a escribir de una forma distinta a cómo se esperaba que lo hiciera... No parecía difícil.
  • Oh, capitán, mi capitán... Oh, capitán, mi capitán…
Una vecina mía aún recordará esas palabras que una vez le dije y que me repetía cada vez que me veía... quizás sin saber de dónde venían... oh, capitán, mi capitán... 

A lo largo de los años he podido conocer a muchas personas que sintieron la misma fascinación que yo al ver el Club de los Poetas Muertos. Pero cuando alguien nombra una frase de la película, las miradas cómplices no consiguen disimular una sombra de escepticismo. A muchos la vida les ha enseñado que esa pasión por cambiar los esquemas es un elemento necesario pero no suficiente para ser libres...

Lo que nunca se dijo en aquella película es que no todo es posible sólo con desearlo. De esta parte se encargó la vida real, fue ella la que me enseñó que existían y existen muchas limitaciones (sociales, económicas, educativas...) que restringen nuestro margen de acción y que no desaparecen sólo por desearlo. No fue la película, sino la vida, la que me enseñó a aceptar que la esperanza y los sueños son una parte del cambio, que la sociedad es una barrera muy dura y que sólo podemos aspirar a derrumbarla si actuamos sobre ella o sobre cómo la percibimos... y a un precio que, muchas veces, no estamos dispuestos a pagar.

El propio suicidio de Robin Williams nos escupe a la cara que, desgraciadamente, no sólo vale con los sueños y con aprovechar el momento. Existe la pobreza, existe el dolor crónico, existen las obsesiones, el desempleo, el frío, la economía, el cáncer... y todo ello se pueden aliviar pensando en positivo, buscando lo bueno de cada cosa (porque, como argumentábamos hace unos días en una consulta, hasta la muerte tiene su lado positivo). Y hay algo que debemos tener claro, no todo es positivo, sin embargo, todo lo que pasa es siempre lo mejor que podría haber pasado, y como tal hay que tomarlo.

Ahora estamos con la creencia del "todo está en ti" y eso se ha convertido en una especie de religión; las redes sociales se llenan de frases sobre límites que no existen y algunos nos pretenden vender falsas esperanzas. Y después de días, semanas y meses de repetir las mismas ideas, se ha conseguido que buena parte de la gente piense que cualquier cosa es posible si uno lo desea con todas sus fuerzas... pero no olvidemos algo importante: hay mucho más allá de querer, hay que reconocer nuestros límites y saber nuestras carencias. Hay que saber mirar hacia dentro, redescubrirnos, desaprender y volver a aprender... hay que saber hacerlo, y cuando no sabemos o no podemos, podemos dejarnos guiar...

Y ahora hazte una pregunta... ¿cuánto estarías dispuesto a pagar por ser más feliz?. Sorprendente, descubre otra forma de ver el mundo, sé más feliz.

AVANZA-EVOLUCIONA.



jueves, 7 de agosto de 2014

¿pensamos en positivo?

La manera en que pensamos puede afectar el cómo vemos la vida y hasta nuestra salud física y emocional.

Imaginemos un círculo donde el ciclo empieza por un comentario sencillo pero radical hacia nosotros. Por ejemplo, "No puedo" o "Todo me sale mal". El siguiente paso, sea cual sea, ya está lleno de negatividad puesto que ya hemos dicho que no saldrá bien. Y cuando las cosas efectivamente no salgan bien, confirmaremos esa creencia y ese pensamiento negativo, lo cual nos llevará a hacer más esos comentarios negativos. Y así, poco a poco, el círculo vicioso se crea y reproduce infinitamente en nuestra vida, avanzado a distintos aspectos de nuestra vida y haciéndose al final presentes en todos los ámbitos.

Cambiar ésto no es sólo necesario sino muy posible. Pensar en positivo es un hábito, aunque para algunos sea innato, y por tanto se puede desarrollar y los beneficios son inmensos.

Pero, ¿qué es pensamiento positivo?

Pensamiento Positivo no es lo mismo que negación de lo negativo. Pensamiento positivo no es incapacidad para ser realista. Pensamiento positivo es simplemente la habilidad de centrarse en los aspectos buenos de cada situación, de cambiar una situación desventajosa en una productiva, y de esperar un resultado positivo en cada ocasión. El pensamiento positivo nos va a ayudar a estar más motivados y nos dará más energía para realizar aquello que deseemos.

Según los expertos, el pensamiento positivo le permite a la persona manejar las situaciones estresantes y difíciles de una mejor manera, lo cual reduce los efectos negativos del estrés en el organismo. Las personas optimistas también tienden a cuidarse más, lo cual los predispone a comer más sano, y a evitar conductas autodestructivas como el alcohol y las drogas.

A nivel energético, el pensamiento positivo (el pensamiento en general) también ayuda a manifestar nuestra realidad. Nuestra vida está llena de aquellas cosas que primero declaramos mentalmente. Una vida llena de pensamientos positivos, es también llena de salud, prosperidad, amor y tranquilidad.

Como desarrollar pensamiento positivo.

Usemos el sentido del humor y aprendamos a reírnos de nosotros mismos. Ésta nos ayudará a buscar lo gracioso en cada situación, y ésto hará que nos sea más fácil reír. Y la risa, incluso la fingida, tiene un efecto inmediato en nuestro estado de ánimo.

Usemos afirmaciones, positivas, claro. Y si no estamos acostumbrados a pensar en términos positivos, tendremos que empezar obligándonos. Una buena forma de empezar es buscar afirmaciones que luego repetiremos continuamente.

Estemos alerta todo el tiempo y tan pronto como notemos que estamos pensando de forma negativa, dejemos de hacerlo. Eliminemos ese pensamiento negativo, y cambiémoslo inmediatamente por uno positivo. Cuanto más hagamos ésto, más natural se nos hará hasta que consigamos que pensar positivamente sea algo normal en nuestra vida.

Algo importante es rodearnos de personas e influencias positivas. Todos tenemos un amigo o alguien en la familia que siempre está quejándose de algo o alguien. Muchas veces, este tipo de persona nos arrastra sin querer a conversaciones destructivas que nos llevan a un estado de ánimo negativo. Así que como ya hemos dicho en otras ocasiones, para tener pensamientos positivos, empecemos por rodearnos de gente optimista. Adoptemos el hábito de leer y ver películas que nos inspiren, nos motiven y nos carguen de energía. 

Además de todo ésto... hagamos que nuestra cara esté siempre pintado con una sonrisa.