lunes, 14 de abril de 2014

la excusa del difícil

Cuando tu hija/o diga "es que es es muy difícil", respóndele de forma natural, sin esfuerzo y sin actuar con un "¿Y?"

Imagina alguien que dice que no quiere ir a la playa porque los pájaros vuelan. O que no le gusta el helado porque hay fútbol en la tele. O que no se quiere acostar porque hay sillas en el salón... ¿qué sensación tienes?.

No tiene nada que ver lo uno con lo otro... y que algo sea difícil no es ninguna excusa porque no es imposible, como tampoco es una excusa no querer ir a la playa porque los pájaros vuelan. Cuando tu hija/o te diga que no quiere hacer algo porque "es complicado"... recuerda la sensación que sentiste con las excusas anteriores. Con práctica, ese "¿Y?" te saldrá solo porque realmente no comprendes la relación.

De esta forma, él/ella tendrá que argumentar qué tienen en común lo un y lo otro. Tal vez (tal vez) así, se rompa ese vínculo inconsciente. Tal vez descubra que la dificultad no es excusa. Y lo más importante, no se lo habrás enseñado tú... muy al contrario, habrás aprendido con el/ella.

Habrás permitido que SIENTA y EXPERIMENTE sus propias emociones asociadas a esta idea.

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