jueves, 26 de junio de 2014

soy bueno...

Tú, yo, tu vecino, tu jefe... todos tenemos una serie de cualidades y estamos en este mundo para usarlas en nuestro propio beneficio y en el de otros. Y tan es así que las personas más grandes de la Historia son aquellas que descubrieron sus cualidades y las usaron en su propio beneficio y en el ajeno tanto como pudieron. Os puedo poner ejemplos, pero cualquiera que penséis estará ahí.

Partamos de la base que todos tenemos más debilidades que fortalezas. Somos muy buenos en dos o tres cosas y débiles en cientos de otras. Y es que las debilidades son algo que está en el ser humano. Peter Drucker decía que “toda innovación debe ser simple para funcionar, porque sólo hay gente incompetente para desarrollarla. Lo único que tenemos en abundancia es incompetencia.” Creo que Drucker no estaba siendo grosero (bueno, quizás las formas no fueron del todo apropiadas), simplemente estaba siendo realista y señalando que la mayoría es mediocre en casi todas las áreas. El problema es que las personas de baja autoestima se enfocan demasiado en sus debilidades, se preocupan y piensan en ellas todo el tiempo. No se dan cuenta que una sola fortaleza puede con todo y les puede llevar donde quieran. Se obsesionan con sus áreas de incompetencia, que son muchas, en lugar de obsesionarse con sus áreas de competencia, que son muchas menos y por lo tanto, más fácilmente manejables. Emplean su tiempo y su energía en esconder sus debilidades en lugar de mostrar con claridad sus fortalezas.

Así tenemos que las personas fuertes son las que se enfocan en sus fortalezas y las personas débiles en sus debilidades. Pero para alcanzar y mantener una alta autoestima es necesario elegir enfocarse conscientemente en las fortalezas todo el tiempo.

Hazte esta pregunta: ¿Qué puedo hacer yo bien hecho, qué podría hacer que marcara una diferencia extraordinaria en mi situación actual? El éxito consiste en hacer lo que mejor sabes hacer, una y otra vez, día tras día, hasta conseguirlo. Todos los grandes logros vienen precedidos de grandes y continuados esfuerzos..., y de unos cuantos fracasos. Pero te cuidado porque nunca extraerás petróleo, por mucha dedicación que le pongas, trabajando y excavando en el lugar equivocado. 

Muchas de las debilidades que pensamos que tenemos no son más que fortalezas aplicadas en la finalidad o el lugar equivocados.

- Hay un dicho que dice: si te gusta el arco iris, al menos acepta que llueva. A veces recibirás críticas por algo que hagas, y eso no significa que seas débil en esa área. Lo que puede ser es que la crítica vaya con el puesto. Por ejemplo, futbolistas, políticos, actores, o tú.

- Es posible que alguna de tus debilidades está causada por una experiencia vivida. Alguien en el pasado que desaprobó alguna conducta y te afectó negativamente, puede ser que se creara una debilidad donde en realidad se estaba manifestando una fortaleza. En cualquier caso, eso es parte de tu aprendizaje. Y muchas veces lo único que te aparta lograr algo mejor de lo que habías pensando jamás es un poco de aprendizaje.


- Una debilidad puede ser también una clara indicación de por dónde no debes ir. Si tratas de hacer algo una y otro vez con resultados pobres, quizás sea una señal a considerar. Tómate el tiempo necesario para analizarte cuidadosamente. Cuanto más consciente seas de tus fortalezas y debilidades, mejor aceptarás quién eres realmente. Te respetarás por tus talentos únicos e intransferibles y tu autoestima subirá como la espuma. Cuando juegues menos con tus debilidades y te centres principalmente en usar y mejorar tus fortalezas, tu rendimiento será imparable en cualquier tarea que decidas acometer.

Y si necesitas un empujón para empezar, un buen coach te ayudará siempre que lo necesites.

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