domingo, 3 de enero de 2016

que el arbol no te impida ver el bosque

En esta vida tan ocupada que tenemos no es fácil que seamos capaces de ver el bosque porque los árboles nos lo oculten y no nos demos cuenta de la de cosas obvias que hacemos o dejamos de hacer y que afectan nuestro nivel de felicidad. Por suerte, hay un montón de formas que pueden llevarnos a tener una vida más feliz. ¿Qué tal si durante la próxima semana tratamos de poner en práctica algunas y conseguimos así tener un año mejor?

Encuentrale sentido a tu trabajo.
El mes pasado, hablando con una auxiliar de ayuda a domicilio para un libro en el que estoy trabajando, le pregunté si le gustaba su trabajo. Para mi sorpresa, sonrió de oreja a oreja, se quedó en silencio unos segundos y me dijo: "¡Me encanta mi trabajo! Tengo la oportunidad de hacer felices a muchos ancianos, gente que no tiene a nadie o a los que nadie escucha… y además, gracias al trabajo puedo dar de comer a mi hija".
Un trabajo sólo es sólo un trabajo, si decides verlo como un trabajo. Pero puede ser mucho más... cualquier trabajo es una oportunidad para ayudar. Cualquier trabajo es una oportunidad de ser útil, de una u otra manera, a otras personas. Cualquier trabajo es la oportunidad de cambiar el mundo. Encontrarle sentido a tu trabajo sólo depende de ti, da igual si eres ama de casa, policía, barrendero, envasadora, maestro, astronauta, o empresario. Encuentrale sentido a tu trabajo, no me pidas a mi que lo busque, ni a ninguna otra persona, búscalo tú... todos tienen un sentido.
Aplica éso que seguro que has leído en algún sobe de azúcar... Haz que te guste lo que haces, hasta que pueda hacer lo que te gusta. Haz que te guste donde estás, hasta que pueda estar donde te gusta. Haz que te guste la gente con las que estás, hasta que puedas estar con la gente que más quieres.
Ésta es la manera en que encontramos la felicidad.

Siéntete incómodo… y aprende.
La gente feliz suele tener algo en lo que son realmente buenos... han conseguido serlo al menos en una cosa, aún aunque mientras aprendían les costase mucho y se sintieran estresados al aprender.
Ten algo claro, aprender es tan estresante como podrías pensar. Sin embargo, este estrés es positivo. Pero aunque el proceso de llegar a ser bueno en algo nos lleva a estresarnos, ésto también nos hace sentirnos felices y satisfechos al mirar atrás y ver cómo hemos progreso, avanzado y evolucionado. En definitiva… expande tu zona de confort a menudo.
¿Eres terriblemente malo en algo?... enhorabuena... ser terriblemente malo es el primer paso para ser verdaderamente bueno. La lucha es la evidencia del avance. Cuanto más tiempo pasas practicando, más rápido aprendes… pero cuidado, también es importante tener en cuenta la calidad del tiempo que pases practicando, mejor diez minutos de calidad que una hora mediocre. Practica y llega allá donde esté el límite de tu capacidad una y otra vez, comete errores, tropieza, aprende de esos errores y llega más lejos de donde habías llegado antes. Y ten muy claro que la recompensa de convertirse en alguien bueno a largo plazo es muy superior a la incomodidad y estrés a corto plazo que podemos sentir mientras aprendemos.

Se productivo, pero no tengas prisa.
Tener prisa nos puede llevar directamente a sentirnos tristes, exhaustos y superados. Pero por otro lado, no tener nada que hacer también puede pasarnos factura (lo siento por aquellos que sueñan con que les toque la lotería y no hacer nada). Es perfecto cuando conseguimos tener una vida productiva a un ritmo cómodo. Es decir… expande tu zona de confort a menudo, pero ten cuidado de sentirte frenético y fuera de control. Por supuesto que es más fácil decirlo que hacerlo, pero sin duda merece la pena conseguirlo.
Un método para lograr ésto es tener momentos de "trabajo duro" y "trabajo cómodo" programados cada día. Durante los momentos de "trabajo duro", trabaja con toda tu fuerza, y en cuanto llegue un momento de "trabajo cómodo", reduce la velocidad, relájate y ve con más tranquilidad. Es simplemente una cuestión de programarse para no estar nunca excesivamente ocupado. Ten siempre un tiempo de tranquilidad -momento en el día para reflexionar, descansar y recargar-. No nos engañemos; NADIE está tan ocupado como para no poder tener unos minutos para evadirse.


Siempre que puedas… Da.
Aunque dar se suele considerar como un acto desinteresado, en realidad suele ser más beneficioso para el que da que para el que recibe. En el fondo, creo que todos sabemos ésto, porque todos nos sentimos increíblemente bien cuando ayudamos a alguien que lo necesita. Al final, la felicidad no es tanto por lo que tenemos, como por lo que damos - la experiencia de ser capaz de que alguien sea más feliz gracias a nosotros, de ser capaces de hacer un mundo diferente. Nadie es más feliz que yo el día de los Reyes Magos… cuando tengo tanto por repartir… ¿os pasa a vosotros lo mismo? 

Además, la ciencia que lo corrobora es simple... hacer cualquier acto de bondad libera serotonina en el cerebro. La serotonina es una sustancia natural que tiene un efecto beneficioso para la salud, incluyendo hacer que nos sintamos más felices (de hecho, la función de la mayoría de los antidepresivos es liberar serotonina). Tengamos en cuenta que, si bien no puedes dar todo de ti mismo todo el tiempo, seguro que puedes dar un poco de ti mismo una parte del tiempo, y hacerlo lo hará todo diferente.

De esta forma, y siguiendo algunos parámetros, no espero si no que estoy seguro, que este 2016 será mucho más feliz para ti,.. ya sabes, todo depende de ti, no busques culpables.

Sonríe, reflexiona, actúa, vive, sé feliz.


AVANZA-EVOLUCIONA.

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